Hoy una hermana ha venido a mi celda y me ha dicho – mira te traigo esta oración por si quieres publicarla en este tiempo que tanta gente está sufriendo por la partida de tantos seres queridos, a mi me la enviaron cuando murió mi madre –
Así que aquí, emocionada, os la dejo:
No llores si me amabas... Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo! Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme entre ellos! Si pudieras ver con tus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! Si pudieras, por un instante contemplar como yo la belleza ante la cual los astros palidecen! Créeme: Cuando la muerte venga a romper tus ligaduras –como ha roto las mías- y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, tu alma venga a este Cielo en que te he precedido, ese día volverás a ver a Aquel que te amó con todas las ternuras purificadas. Volverás a verme pero transfigurado. Avanzando contigo por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás. Por eso, no llores si me amabas…” Oración de San Agustín a la muerte de su madre.
No se puede rezar. Está cortada. Gracias me interesa rezarla. Norberto
Bendiciones Norberto, quizás en los móviles no se ve, mil perdones, también por contestarte dos días después, mira la oración es: No llores si me amabas…
Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme entre ellos!
Si pudieras ver con tus ojos los horizontes,
los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso!
Si pudieras, por un instante contemplar como yo
la belleza ante la cual los astros palidecen!
Créeme: Cuando la muerte venga
a romper tus ligaduras –como ha roto las mías-
y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce,
tu alma venga a este Cielo en que te he precedido,
ese día volverás a ver a Aquel que te amó
con todas las ternuras purificadas.
Volverás a verme pero transfigurado.
Avanzando contigo por los senderos nuevos
de la Luz y de la Vida, bebiendo a los pies de Dios
un néctar del cual nadie se saciará jamás.
Por eso, no llores si me amabas…”
Oración de San Agustín a la muerte de su madre.
Un abrazo fraterno grande.