Una Aventura

y si resulta que tengo vocación?

La vocación es una gracia de Dios que uno no merece. La mayoría de las veces se confirma en lo hondo del corazón, se siente como un eco profundo.

Pero llega el momento de abrir los ojos y uno se pregunta: ¿y ahora qué? ¿por dónde empiezo? ¿con quién?

Pero es que a veces uno ni se lo espera…

Si, y en la mayoría de los casos se siente una fuerte alternancia entre consolación y desolación, luces y sombras, deseos y miedos, esto es muy frecuente en la historia vocacional.

Entonces ¿qué hacer?

para adentrarse en este mundo interior es imprescindible la ayuda de un buen maestro espiritual, pero además de este discernimiento espiritual, surgen en la persona muchas dudas.

con quién me puedo poner en contacto?

Muchas jóvenes tiene un acompañante espiritual o una persona de referencia cuando explicitan la llamada al Carmelo. Decir por primera vez «creo que tengo vocación» o «creo que Dios me llama a ser Carmelita Descalza» no es algo fácil. Sin embargo tras lo primeros instantes de vértigo, uno suele alcanzar la paz y alegría profundas al hablar del tema.

Otras personas inician el proceso de forma autónoma, han conocido el Carmelo a través de libros o por internet, entonces es frecuente que escriban a nuestro mail vocaciondescalza@gmail.com o por privado en Facebook o Instagram, y así iniciar un contacto, seguimiento o proceso de acompañamiento de forma discreta y personal.

y cómo es la vida carmelita?

Nuestra comunidad quiere ser presencia viva y orante del amor de Dios, que transforma los corazones y renueva la faz de la tierra.


«Santa Teresa orientó por completo la vida de la carmelita a la oración y a la contemplación de las cosas divinas, viviendo los consejos evangélicos según la Regla «primitiva» en una pequeña comunidad fraterna, fundada en soledad, oración y vida fraterna»

Const, 14


La jornada carmelita está tejida con:

ORACIÓN, Eucaristía y Liturgia de las Horas, oración ante el Sagrario en el Coro, lectura espiritual y estudio en la celda.

VIDA FRATERNA, actos comunes, dos horas de recreación diaria.

TRABAJO, los oficios del convento, labores artesanales y artísticas, iconos, rosarios, bordados… todo ello en silencio orante.

Quiero ponerme en contacto: